¿Qué pasa si mi hijo no come frutas?

Esta pertence a las enormes inquietudes que tienen los progenitores, de qué forma ingresar el consumo de frutas en la dieta de los mucho más pequeños. Si bien entendemos que las frutas son muy buenas para la salud de nuestros hijos, a veces estos las rechazan, especialmente si son pequeñísimos. Poseemos unos pequeños trucos a fin de que los inferiores admitan con gusto estos nuevos deseos.

• El más destacable truco es predicar con el ejemplo. Para educar cualquier cosa que deseamos educar a nuestros hijos, la primera cosa que debemos llevar a cabo es llevarlo a cabo nosotros. Si jamás nos vieron comer fruta, es prácticamente irrealizable que la admitan sin entrar en dudas. De ahí que lo destacado es llevarlo a cabo juntos, por servirnos de un ejemplo distribuyendo una macedonia de frutas en el desayuno o en la merienda.
• Dales fruta madura. A los pequeños les agradan las cosas dulces, con lo que una aceptable táctica a fin de que comiencen a gustarles las frutas es proporcionarles aquellas que están bastante maduras, puesto que se capacidad su gusto dulce.
• Enseñar los desenlaces de manera diferente. Impulsa su curiosidad cortando la comida de distintas formas, intentando encontrar colores atractivos o dibujando caras en el plato con la fruta.
• No lo fuerces a comer algo que no desea. Si no les agrada la manzana, prueba con la pera o el plátano, pero no insistas con exactamente la misma fruta pese a su negativa. Es preferible ofrecerle otras alternativas y darle los desenlaces rechazados después que no centrar nuestra atención en uno.
• Impide proporcionarles dulces en el momento en que comen fruta. Si toda vez que come una parte de fruta le premias con caramelo o chocolate, no gozará actualmente y no va a comer por exitación, sino lo empleará para hallar su recompensa. Deja que la recompensa sea gozar el gusto de la fruta y no les des otros incentivos.

Mi hijo no desea comer

Mesa

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) ) No fuerces

Da igual si son pequeños o pequeños mayores, jamás tienes que forzarlos.

En el momento en que son pequeños, no acostumbran a gustarles los nuevos sabores. Se usan con alimentos dulces, suaves y calientes, la leche. De súbito les ofrecemos una cucharada de fruta, frecuentemente ácida, con una textura muy distinta y fría... ¿Quién no pondría cara de asco al probarla?

No

Así sean pequeños mayores o pequeños, si les fuerzan a comerlo les producirá rechazo a ese alimento. Tienes que tomar en consideración que en el momento en que comienzan a alimentarse de cosas diferentes a la leche de la mamá, están accediendo en un planeta absolutamente diferente en lo que se refiere a deseos y es lógico que se confundan o que algún gusto les confunda pues están familiarizados a realizar leche es suavísima, dulce y caluroso. La fruta, por poner un ejemplo, es considerablemente más ácida, está fría y tienen que esforzarse mucho más para comerla. Es posible que hagan muecas en el momento en que lo prueban por vez primera, es lo habitual en el planeta.

Asimismo es esencial que comprendas que la hora de la comida no ha de ser un ring de pelea, ni un padecimiento para los dos. Varios progenitores sienten que tienen que ofrecerle a su bebé o niño todo el plato o tazón de comida, si bien esté lleno, no desee mucho más, llore o aun vomite. Hay que respetarlos, si algo no les agrada o si por el momento no tienen apetito, no se les debe obligar a continuar comiendo puesto que crea un enorme rechazo (como ahora comentamos) hacia la hora de comer y hacia la comida en sí. .

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