Diferencia entre lubina y dorada

Introducción

La lubina y la dorada son dos de las especies más populares de pescado en la gastronomía mediterránea. A menudo, se confunden por su aspecto similar, pero hay algunas diferencias entre ellas que es importante conocer. En este artículo, hablaremos sobre las características distintivas de cada especie y su uso en la cocina.

Características de la lubina

La lubina es un tipo de pez de agua salada que pertenece a la familia de los espáridos. Es un pescado de tamaño medio que puede llegar a medir hasta 1 metro de largo y pesar alrededor de 10 kg. La lubina tiene una carne blanca, suave y bien estructurada que es muy sabrosa y versátil en la cocina. Es un pescado fácil de cocinar que se presta muy bien a una amplia variedad de preparaciones, desde asado al horno hasta a la parrilla, e incluso en crudo como en el caso del sushi.

Preparaciones comunes de la lubina

• Filete de lubina al horno con patatas y verduras
• Lubina a la parrilla con alioli y ensalada
• Tartar de lubina con aguacate y salsa de soja

Características de la dorada

La dorada es otro tipo de pez de agua salada que pertenece a la familia de los espáridos. A diferencia de la lubina, la dorada es un poco más grande y puede llegar a medir hasta 1,2 metros de largo y pesar alrededor de 12 kg. La dorada tiene una carne blanca, más clara y suave que la de la lubina. Es un pescado que se utiliza a menudo en la cocina mediterránea, especialmente en platos tradicionales de la cocina española.

Preparaciones comunes de la dorada

• Dorada a la sal con guarnición de verduras al vapor
• Dorada al horno con patatas y cebolla
• Caldo de pescado con dorada y gambas

Conclusión

En resumen, aunque la lubina y la dorada son especies similares, tienen algunas características distintivas que las diferencian una de la otra en la cocina. La lubina tiene una carne más firme y estructurada, mientras que la dorada tiene una carne más suave y clara. Ambos pescados son deliciosos y versátiles en una amplia variedad de platillos, ya sea asados, a la parrilla o incluso crudos. El secreto para disfrutar de estos dos maravillosos manjares es elegir la preparación adecuada y apreciar sus características únicas.