¿Cuál es el origen de la salsa holandesa?
La salsa de holanda pertence a las cinco salsas mucho más esenciales de la alta cocina francesa. Radica en una emulsión de yemas de huevo y mantequilla líquida, a la que se le añade jugo de limón, sal y pimienta blanca. La salsa consigue un color amarillo pálido y es despacio y mantecosa.
Se estima que la salsa bearnesa es un derivado de la salsa de holanda y se creó en la zona francesa de Bearne. Asimismo se encuentra dentro de las cinco salsas madre de Francia. Se realiza con mantequilla clarificada emulsionada en yemas de huevo, vinagre de vino blanco y yerbas. Entonces se añaden chalotes, chalotes, menta y estragón. Entonces, estos elementos se prensan a fin de que no interfieran con la textura mantecosa de la salsa. La salsa final es densa pero mantecosa y despacio, y de color amarillo. Mejor servido con carne.
Oleoestepa Arbequino
Merced a su recolección temprana y elaboración en frío, es un aceite de oliva virgen plus afrutado que viene de aceituna verde arbequina, con recuerdos a aceituna madura. En su aroma surgen notas de almendra verde, manzana y fruta madura. En boca se puede ver dulce, resaltando su fluidez, con un rápido amargor y picor.
Maridaje especial con anchoas, quesos añosos, macedonias y para usar en mahonesas.
¿Por qué razón salsa de holanda?
Cleopatra es conocida por la salsa de holanda: tentadora, seductora y notoriamente bien difícil de conducir. Tiene una reputación bien digna, pero ¿quién le va a dar a la Reina del Nilo la posibilidad de tener una cita, si bien sea un tanto temperamental? En el momento en que sepas lo que no tienes que llevar a cabo, vas a estar explorando.
Olvídate de todo cuanto hayas demostrado que saliese de un bulto o se sirviese en una tabla de vapor. A la de holanda real le chifla la mantequilla, como los huevos reales, y no debe descansar en una fuente de calor por varias horas. La de holanda es una salsa despacio y rica en jugo de limón que frecuenta acompañar huevos, mariscos a la parrilla, carne de res y verduras como espárragos, brócoli o alcachofas. Su magia reside en su textura fina y sedosa, su aroma grasoso y en que, en el momento en que se prepara adecuadamente, no es pesado sino más bien rápido y aireado.
¿Qué es la salsa de holanda?
- La salsa de holanda se encuentra dentro de las cinco salsas madre de la cocina tradicional francesa. Larousse Gastronomique afirma sobre esto:
Salsa picante a partir de huevos y mantequilla emulsionada. De ella brotan otras salsas: chantilly (o muselina), maltesa, mikado o mostaza, según se le agregue (nata líquida, jugo y piel de limón o mandarina, mostaza blanca). Acompaña el pescado cocido en caldo corto, las verduras inglesas y los huevos. Para llevarlo a cabo, tienes que utilizar una salteadora de cobre o acero inoxidable sin estañar, en tanto que el aluminio provoca que la salsa adquiera un color verdoso. La salsa de holanda, que es muy sensible a cualquier calor agregada, sigue al baño maría. Si se corta, se regresa a montar agregando una cucharada de agua ardiente si la salsa está fría, fría si la salsa está ardiente.
Elementos:
- 125 g de mantequilla sin sal
- 2 yemas de huevo
- 1 vino blanco
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- 1 migaja de pimienta de cayena
- Sal y pimienta blanca al gusto
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- Fundir la mantequilla en un cazo a fuego retardado o en el microondas a lo largo de 1 minuto y 30 segundos.
- Añade las 2 yemas a la batidora y bátelas mezclando algo de mantequilla fundida.
- Añade el vinagre, la sal y la pimienta y bate, en el momento en que se revuelva de forma lenta añade el resto de la mantequilla.
- Si la mezcla te queda muy densa, puedes añadir jugo de limón para poder la rigidez deseada.
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